¿TENGO UN TRASTORNO DE PERSONALIDAD?

Entendemos por personalidad un patrón de pensamientos, sentimientos y conducta propio de cada persona. Es cierto que en cada situación y dependiendo de quién nos acompañe nnos comportamos de una u otra manera. Pero por lo general tendemos a comportarnos de maneras predecibles, que pueden describirse con adjetivos como "sociable", "práctico", "desinhibido", "posesivo", "independiente", "ansioso", etc. Todos estos rasgos, más o menos estables, conforman nuestra personalidad y nuestra manera de relacionarnos con el mundo y con nostros mismos.

La personalidad no cambia demasiado a lo largo de la vida, pero se va desarrollando y modificando a medida que vamos viviendo diversas experiencias vitales. Si somos lo suficientemente flexibles para aprender de nuestras experiencias, haremos cambios en nuestra manera de comportarnos que nos ayudarán a adaptarnos a la vida de manera más eficaz.

Pero, ¿qué sucede si tienes un Trastorno de Personalidad? Pues que el cambio y la adaptación son realmente difíciles de llevar a cabo. Tus patrones para pensar, sentir y comportarte son más rígidos y complicados de cambiar. Posees un abanico más limitado de emociones, actitudes y modos de actuar para afrontar los problemas y las alegrías de la vida cotidiana.

Esto suele causar numerosas dificultades, tanto a tí como a las personas que te rodean o con las que te vas cruzando en la vida. Además, te sientes diferente al resto del mundo. Y los demás también te ven diferente; pueden encontrar tu conducta extraña, inesperada y generalmente les es difícil relacionarse contigo.

Esto, por lo tanto, puede hacerte sentir dolido, inseguro e incomprendido, y te lleva a evitar la compañía ajena.

Lo que hace que un Trastorno de Personalidad sea tan complicado de resolver es su dificultad para el cambio, así como el hecho que afecta a todas las áreas de la vida de la persona, durante todo el tiempo, y causa muchos problemas e interferencias en la vida personal y social.

Estos trastornos comienzan en la infancia o adolescencia, y ya se hacen patentes en la etapa adolescente o en la primera juventud, debido a las dificultades que causan para relacionarse y para trabajar de manera eficaz con los otros. A medida que van cumpliendo años, estos problemas tienden a agravarse. Así, el mundo se percibe como un lugar hostil, los demás se ven como una amenaza y la persona se siente cada vez más sola y aislada.

Si padeces un Trastorno de Personalidad, un tratamiento adecuado puede ayudarte a entender mejor a los demás y a tratar de manera más efectiva las relaciones con la gente, mejorando tu nivel de bienestar psicológico. Tratar tus problemas de manera individualizada con un terapeuta y trabajarlos en grupo con personas con dificultades parecidas pueden ser de gran ayuda para cambiar tu vida.